"Hago todos los días mi "ratito" de oración: ¡si no fuera por eso!" (Camino, 106)

3 de agosto de 2014

DOMINGO DE LA 18a SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Mateo 14,13-21.


Al enterarse de eso, Jesús se alejó en una barca a un lugar desierto para estar a solas. Apenas lo supo la gente, dejó las ciudades y lo siguió a pie. 

Cuando desembarcó, Jesús vio una gran muchedumbre y, compadeciéndose de ella, curó a los enfermos. 

Al atardecer, los discípulos se acercaron y le dijeron: "Este es un lugar desierto y ya se hace tarde; despide a la multitud para que vaya a las ciudades a comprarse alimentos". 

Pero Jesús les dijo: "No es necesario que se vayan, denles de comer ustedes mismos". 
Ellos respondieron: "Aquí no tenemos más que cinco panes y dos pescados". 


"Tráiganmelos aquí", les dijo. 


Y después de ordenar a la multitud que se sentara sobre el pasto, tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes, los dio a sus discípulos, y ellos los distribuyeron entre la multitud. 

Todos comieron hasta saciarse y con los pedazos que sobraron se llenaron doce canastas. 
Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.