"Hago todos los días mi "ratito" de oración: ¡si no fuera por eso!" (Camino, 106)

2 de agosto de 2014

SABADO 17a SEMANA Tiempo Ordinario SANTA MARIA de los ANGELES

Mateo 14,1-12.


En aquel tiempo, la fama de Jesús llegó a oídos del tetrarca Herodes,  y él dijo a sus allegados: "Este es Juan el Bautista; ha resucitado de entre los muertos, y por eso se manifiestan en él poderes milagrosos". 


Herodes, en efecto, había hecho arrestar, encadenar y encarcelar a Juan, a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe,  porque Juan le decía: "No te es lícito tenerla".  Herodes quería matarlo, pero tenía miedo del pueblo, que consideraba a Juan un profeta. 



El día en que Herodes festejaba su cumpleaños, la hija de Herodías bailó en público, y le agradó tanto a Herodes  que prometió bajo juramento darle lo que pidiera.  Instigada por su madre, ella dijo: "Tráeme aquí sobre una bandeja la cabeza de Juan el Bautista". 



El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por los convidados, ordenó que se la dieran y mandó decapitar a Juan en la cárcel. 



Su cabeza fue llevada sobre una bandeja y entregada a la joven, y esta la presentó a su madre. 

Los discípulos de Juan recogieron el cadáver, lo sepultaron y después fueron a informar a Jesús.