"Hago todos los días mi "ratito" de oración: ¡si no fuera por eso!" (Camino, 106)

9 de agosto de 2014

SABADO de la 18a semana del tiempo ordinario

Mateo 17,14-20.


Cuando se reunieron con la multitud, se le acercó un hombre y, cayendo de rodillas, 

le dijo: "Señor, ten piedad de mi hijo, que es epiléptico y está muy mal: frecuentemente cae en el fuego y también en el agua. 



Yo lo llevé a tus discípulos, pero no lo pudieron curar". 
Jesús respondió: "¡Generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganmelo aquí". 



Jesús increpó al demonio, y este salió del niño, que desde aquel momento quedó curado. 
Los discípulos se acercaron entonces a Jesús y le preguntaron en privado: "¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?". 



"Porque ustedes tienen poca fe, les dijo. Les aseguro que si tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, dirían a esta montaña: 'Trasládate de aquí a allá', y la montaña se trasladaría; y nada sería imposible para ustedes".