"Hago todos los días mi "ratito" de oración: ¡si no fuera por eso!" (Camino, 106)

2 de septiembre de 2014

MARTES de la 22a SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Evangelio según San Lucas 4,31-37.

Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y enseñaba los sábados. Y todos estaban asombrados de su enseñanza, porque hablaba con autoridad.

En la sinagoga había un hombre que estaba poseído por el espíritu de un demonio impuro; y comenzó a gritar con fuerza;  "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios".

Pero Jesús lo increpó, diciendo:  "Cállate y sal de este hombre".

 El demonio salió de él, arrojándolo al suelo en medio de todos, sin hacerle ningún daño.

El temor se apoderó de todos, y se decían unos a otros: "¿Qué tiene su palabra? ¡Manda con autoridad y poder a los espíritus impuros, y ellos salen!".


Y su fama se extendía por todas partes en aquella región.