En ese momento se acercaron algunos fariseos que le dijeron:
"Aléjate de aquí, porque Herodes quiere matarte".
El les respondió:
"Vayan a decir a ese zorro: hoy y mañana expulso a los demonios y realizo curaciones, y al tercer día habré terminado.
Pero debo seguir mi camino hoy, mañana y pasado, porque no puede ser que un profeta muera fuera de Jerusalén.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste!
Por eso, a ustedes la casa les quedará vacía. Les aseguro que ya no me verán más, hasta que llegue el día en que digan: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!".
Pero debo seguir mi camino hoy, mañana y pasado, porque no puede ser que un profeta muera fuera de Jerusalén.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste!
Por eso, a ustedes la casa les quedará vacía. Les aseguro que ya no me verán más, hasta que llegue el día en que digan: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!".
(*) Comentario:
Cuantas veces nosotros también hacemos oídos
sordos a los llamados de Jesús, y nos escondemos sin querer no saber nada de Él.
¿Por qué? La respuesta es sencilla, si le oímos “se nos complica la vida”.
(*) Desde hoy
incluiremos un pequeño comentario al Evangelio del día este comentario será de
autores espirituales y de los jóvenes que usan este blog para hacer un rato de
oración