"Hago todos los días mi "ratito" de oración: ¡si no fuera por eso!" (Camino, 106)

15 de noviembre de 2014

Sabado de la 32a Semana del Tiempo ordeinario

Lucas 18,1-8.

Jesús enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse:

"En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: 'Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario'.

Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: 'Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme'".

Y el Señor dijo: "Oigan lo que dijo este juez injusto.

Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, aunque los haga esperar?


Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?".

COMENTARIO:

La Oración siempre es omnipotente, si se reza con humildad, perseverancia y con fe