"Hago todos los días mi "ratito" de oración: ¡si no fuera por eso!" (Camino, 106)

7 de noviembre de 2014

VIERNES de la 31a Semana del tiempo Ordinario.

Lucas 16,1-8.


Jesús decía a sus discípulos: 

"Había un hombre rico que tenía un administrador, al cual acusaron de malgastar sus bienes. 

Lo llamó y le dijo: '¿Qué es lo que me han contado de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no ocuparás más ese puesto'. 

El administrador pensó entonces: '¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el cargo? ¿Cavar? No tengo fuerzas. ¿Pedir limosna? Me da vergüenza. 

¡Ya sé lo que voy a hacer para que, al dejar el puesto, haya quienes me reciban en su casa!'. 

Llamó uno por uno a los deudores de su señor y preguntó al primero: '¿Cuánto debes a mi señor?'. 

'Veinte barriles de aceite', le respondió. El administrador le dijo: 'Toma tu recibo, siéntate en seguida, y anota diez'. 

Después preguntó a otro: 'Y tú, ¿cuánto debes?'. 'Cuatrocientos quintales de trigo', le respondió. El administrador le dijo: 'Toma tu recibo y anota trescientos'. 

Y el señor alabó a este administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente. Porque los hijos de este mundo son más astutos en su trato con los demás que los hijos de la luz." 

COMENTARIO:

Por lo tanto, la solución a los males del mundo no proviene de una victoria política, sino de la eficacia de la evangelización de la Iglesia, es decir, de los cristianos.