"Hago todos los días mi "ratito" de oración: ¡si no fuera por eso!" (Camino, 106)

8 de diciembre de 2014

FESTIVIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

Lucas 1,26-38.

En el sexto mes, el Angel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. 

El Angel entró en su casa y la saludó, diciendo: 

"¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo". 

Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.
Pero el Angel le dijo: 

"No temas, María, porque Dios te ha favorecido. 

Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin".  

María dijo al Angel: 

"¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?". 

El Angel le respondió: 

"El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios".

María dijo entonces: 

"Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho". Y el Angel se alejó.