"Hago todos los días mi "ratito" de oración: ¡si no fuera por eso!" (Camino, 106)

8 de enero de 2015

Jueves Después de Epifanía

Marcos 6,34-44.

Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato. 

Como se había hecho tarde, sus discípulos se acercaron y le dijeron: 
"Este es un lugar desierto, y ya es muy tarde. Despide a la gente, para que vaya a las poblaciones cercanas a comprar algo para comer". 

El respondió: 
"Denles de comer ustedes mismos". 

Ellos le dijeron: 
"Habría que comprar pan por valor de doscientos denarios para dar de comer a todos". 

Jesús preguntó: 
"¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver"

Después de averiguarlo, dijeron: 
"Cinco panes y dos pescados". 

El les ordenó que hicieran sentar a todos en grupos, sobre la hierba verde, 
y la gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta. 

Entonces él tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente. 

Todos comieron hasta saciarse, y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de restos de pescado. 

Los que comieron eran cinco mil hombres.