"Hago todos los días mi "ratito" de oración: ¡si no fuera por eso!" (Camino, 106)

31 de enero de 2015

SABADO de la 3a Semana del tiempo ordinario

Marcos 4,35-41.

Al atardecer de ese mismo día, les dijo: 
"Crucemos a la otra orilla". 


Ellos, dejando a la multitud, lo llevaron a la barca, así como estaba. Había otras barcas junto a la suya. Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca, que se iba llenando de agua. 



Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal. 
Lo despertaron y le dijeron: "¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?". 


Despertándose, él increpó al viento y dijo al mar: 
"¡Silencio! ¡Cállate!". El viento se aplacó y sobrevino una gran calma."


Después les dijo: 
"¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?". 


Entonces quedaron atemorizados y se decían unos a otros: 

"¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?".