"Hago todos los días mi "ratito" de oración: ¡si no fuera por eso!" (Camino, 106)

11 de abril de 2015

SABADO de la octava de Pascua


Marcos 16,9-15.


Jesús, que había resucitado a la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, aquella de quien había echado siete demonios. 
Ella fue a contarlo a los que siempre lo habían acompañado, que estaban afligidos y lloraban. 
Cuando la oyeron decir que Jesús estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron. 
Después, se mostró con otro aspecto a dos de ellos, que iban caminando hacia un poblado. 
Y ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero tampoco les creyeron. 
En seguida, se apareció a los Once, mientras estaban comiendo, y les reprochó su incredulidad y su obstinación porque no habían creído a quienes lo habían visto resucitado. 
Entonces les dijo: 

"Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación."