"Hago todos los días mi "ratito" de oración: ¡si no fuera por eso!" (Camino, 106)

23 de agosto de 2015

DOMINGO 21 del tiempo ordinario

San Juan 6 55 60-69 


En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: 
“Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida”. Al oír sus palabras, muchos discípulos de Jesús dijeron: “Este modo de hablar es intolerable, ¿quién puede admitir eso?”
Dándose cuenta Jesús de que sus discípulos murmuraban, les dijo: “¿Esto los escandaliza? ¿Qué sería si vieran al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da la vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida, y a pesar de esto, algunos de ustedes no creen”
. (En efecto, Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo habría de traicionar). 
Después añadió: “Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede”.
Desde entonces, muchos de sus discípulos se echaron para atrás y ya no querían andar con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: 
“¿También ustedes quieren dejarme?” 
Simón Pedro le respondió: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios”.