"Hago todos los días mi "ratito" de oración: ¡si no fuera por eso!" (Camino, 106)

20 de septiembre de 2015

DOMINGO de la 25a semana del tiempo ordinario / Ciclo B

Marcos 9: 30 – 37

Y saliendo de allí, iban caminando por Galilea; él no quería que se supiera, porque iba enseñando a sus discípulos.
Les decía:
«El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres; le matarán y a los tres días de haber muerto resucitará.»
Pero ellos no entendían lo que les decía y temían preguntarle.
Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntaba:
«¿De qué discutíais por el camino?»
Ellos callaron, pues por el camino habían discutido entre sí quién era el mayor.
Entonces se sentó, llamó a los Doce, y les dijo:
«Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos.»
Y tomando un niño, le puso en medio de ellos, le estrechó entre sus brazos y les dijo:

«El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, no me recibe a mí sino a Aquel que me ha enviado.»