Mateo 18,1-5.10.
En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle:
"¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?".
Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos
y dijo:
"Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos. El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí mismo.
"Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos. El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí mismo.
Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial."
* La devoción a los Ángeles Custodios está atestiguada desde los mismos comienzos del Cristianismo. La fiesta con carácter universal para toda la Iglesia fue instituida por el Papa Clemente X en el siglo xvii. Los Ángeles Custodios son los mensajeros del Señor encargados de velar por cada uno de nosotros, protegiendo nuestro camino en la tierra y compartiendo con los cristianos el afán apostólico de acercar las almas a Dios.