"Hago todos los días mi "ratito" de oración: ¡si no fuera por eso!" (Camino, 106)

14 de febrero de 2016

CUARESMA 1er DOMINGO

Lucas 4,1-13.

Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó de las orillas del Jordán y fue conducido por el Espíritu al desierto, donde fue tentado por el demonio durante cuarenta días. No comió nada durante esos días, y al cabo de ellos tuvo hambre. 

El demonio le dijo entonces: "Si tú eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta en pan". 
Pero Jesús le respondió: "Dice la Escritura: El hombre no vive solamente de pan". 
Luego el demonio lo llevó a un lugar más alto, le mostró en un instante todos los reinos de la tierra 
y le dijo: "Te daré todo este poder y el esplendor de estos reinos, porque me han sido entregados, y yo los doy a quien quiero. Si tú te postras delante de mí, todo eso te pertenecerá". 
Pero Jesús le respondió: "Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto". 
Después el demonio lo condujo a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del Templo y le dijo: "Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: El dará órdenes a sus ángeles para que ellos te cuiden. Y también: Ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra". 
Pero Jesús le respondió: "Está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios". 
Una vez agotadas todas las formas de tentación, el demonio se alejó de él, hasta el momento oportuno.