Mateo 5,13-16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos: “Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con
qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. 14
Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo
alto de un monte. 15Tampoco se enciende una vela para meterla debajo del
celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
16 Alumbre así vuestra luz a los hombres para que vean vuestras buenas obras y
den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.”