"Hago todos los días mi "ratito" de oración: ¡si no fuera por eso!" (Camino, 106)

1 de agosto de 2017

San Alfonso Mª de Ligorio

Mateo 13,36-43.

Entonces, dejando a la multitud, Jesús regresó a la casa; sus discípulos se acercaron y le dijeron: "Explícanos la parábola de la cizaña en el campo". 
El les respondió: "El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; 
el campo es el mundo; la buena semilla son los que pertenecen al Reino; la cizaña son los que pertenecen al Maligno, 
y el enemigo que la siembra es el demonio; la cosecha es el fin del mundo y los cosechadores son los ángeles. 
Así como se arranca la cizaña y se la quema en el fuego, de la misma manera sucederá al fin del mundo. 
El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y estos quitarán de su Reino todos los escándalos y a los que hicieron el mal, 
y los arrojarán en el horno ardiente: allí habrá llanto y rechinar de dientes. 
Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre. ¡El que tenga oídos, que oiga!" 




* San Alfonso Mª de Ligorio nació en Nápoles el año 1696. Obtuvo el doctorado en Derecho civil y en Derecho canónico, recibió la ordenación sacerdotal y fundó la Congregación del Santísimo Redentor. Para fomentar la vida cristiana en el pueblo, se dedicó a la predicación y publicó diversas obras, especialmente sobre la Virgen, la Eucaristía, la vida cristiana, y de teología moral, materia por la que fue nombrado Doctor de la Iglesia. Su dilatada vida constituye un admirable ejemplo de trabajo, de sencillez, de espíritu de sacrificio y de preocupación por ayudar a los demás a conseguir la salvación eterna. Fue elegido obispo de Sant’Agata de Goli, pero algunos años después renunció a dicho cargo y murió entre los suyos, en Pagani, cerca de Nápoles, el año 1787.