"Hago todos los días mi "ratito" de oración: ¡si no fuera por eso!" (Camino, 106)

6 de diciembre de 2017

SAN NICOLAS DE BARI

Mateo 15,29-37.

Jesús llegó a orillas del mar de Galilea y, subiendo a la montaña, se sentó. 
Una gran multitud acudió a él, llevando paralíticos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a sus pies y él los curó. 
La multitud se admiraba al ver que los mudos hablaban, los inválidos quedaban curados, los paralíticos caminaban y los ciegos recobraban la vista. Y todos glorificaban al Dios de Israel. 
Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque podrían desfallecer en el camino". 
Los discípulos le dijeron: "¿Y dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado bastante cantidad de pan para saciar a tanta gente?". 
Jesús les dijo: "¿Cuántos panes tienen?". Ellos respondieron: "Siete y unos pocos pescados". 
El ordenó a la multitud que se sentara en el suelo; 
después, tomó los panes y los pescados, dio gracias, los partió y los dio a los discípulos. Y ellos los distribuyeron entre la multitud. Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que sobraron se llenaron siete canastas. 

San Nicolás de Bari nació en Patara hacia el año 270, fue Obispo de Mira en Licia (actualmente Turquía) y murió un 6 de diciembre entre los años 345 y 352. Su culto se extendió con rapidez en Oriente y se propagó más tarde en Occidente, principalmente después del traslado de sus reliquias a Bari (Italia) en el siglo xi. Son muy numerosas las iglesias e imágenes que se le han dedicado.