"Hago todos los días mi "ratito" de oración: ¡si no fuera por eso!" (Camino, 106)

27 de marzo de 2015

VIERNES de la 5a semana de cuaresma

Juan 10,31-42.

Los judíos tomaron piedras para apedrearlo. 
Entonces Jesús dijo: 

"Les hice ver muchas obras buenas que vienen del Padre; ¿Por cuál de ellas me quieren apedrear?". 
Los judíos le respondieron: 

"No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino porque blasfemas, ya que, siendo hombre, te haces Dios". 
Jesús les respondió: 

"¿No está escrito en la Ley: Yo dije: Ustedes son dioses? Si la Ley llama dioses a los que Dios dirigió su Palabra -y la Escritura no puede ser anulada- ¿Cómo dicen: 'Tú blasfemas', a quien el Padre santificó y envió al mundo, porque dijo: "Yo soy Hijo de Dios"? Si no hago las obras de mi Padre, no me crean; pero si las hago, crean en las obras, aunque no me crean a mí. Así reconocerán y sabrán que el Padre está en mí y yo en el Padre". 
Ellos intentaron nuevamente detenerlo, pero él se les escapó de las manos. Jesús volvió a ir al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había bautizado, y se quedó allí. 
Muchos fueron a verlo, y la gente decía: 

"Juan no ha hecho ningún signo, pero todo lo que dijo de este hombre era verdad". 
Y en ese lugar muchos creyeron en él.