"Hago todos los días mi "ratito" de oración: ¡si no fuera por eso!" (Camino, 106)

6 de diciembre de 2022

San Nicolas patrono de la Obra

 


El 6 de diciembre se celebra la fiesta de san Nicolás de Bari. San Josemaría le encomendó la resolución de las dificultades económicas. Por eso hoy es un buen dia para ir de la mano de este Santo y ayudar a la Obra en sus necesidades.


Refiriéndose al mes de diciembre de 1934, san Josemaría Escrivá de Balaguer anotó en sus Apuntes íntimos: «El día de san Nicolás de Bari prometí al santo obispo, en el momento de subir yo al altar para decir la Misa, que, si se resuelve nuestra situación económica, en la Casa del Ángel Custodio, le nombraré administrador de la Obra de Dios». Inmediatamente —glosará Álvaro del Portillo—, «pensando que había sido poca generosidad la suya, añadió: “Aunque ahora no me oigas, serás el patrono de nuestra administración económica”»

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Este nombramiento de san Nicolás quedó reseñado en el Diario de la Academia-Residencia DYA: «S. Nicolás de Bari, Obispo. —Nos dijo el

Padre que por la mañana, al terminar de dar la S. Comunión, en su convento, viendo que el santo de hoy es S. Nicolás, se dirigió a él y le puso como abogado nuestro para la parte administrativa, para que por medio de él, salgamos adelante de este asunto9 . Se quedó en que en todas nuestras futuras casas habrá una imagen de S. Nicolás en la habitación del administrador o cuarto de administración. ¡A ver cómo se porta este abogado!»

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El 19 de enero de 1935, en carta dirigida a su amigo, el sacerdote Heliodoro Gil, le informaba: «¿Sabes que san Nicolás de Bari es... nada menos que el Administrador General de la Obra de Dios? ¡Menuda le ha caído encima!»


Junto a la fidelidad doctrinal, y en sintonía con esta universalidad, otro rasgo del Opus Dei es la plena libertad para todos sus miembros en todo lo opinable, en lo que la Iglesia ha dejado a la autónoma discusión de los fieles.


Libertad en las cuestiones teológicas, aunque siempre dentro de las coordenadas dogmáticas; pero quien las conoce de veras sabe que los márgenes no son estrechos. Lo que es «obligatorio» creer para llamarse católico y, por tanto, para estar en plena comunión con el Magisterio, es menos de lo que habitualmente se piensa.


Y libertad más plena aún en los asuntos sociales, políticos, económicos. Algo hemos anticipado en el capítulo dedicado a trazar el perfil del sacerdote según Escrivá. Con palabras suyas, que resumen su pensamiento: «No olvidéis que en los asuntos temporales no hay dogmas.


Nos hallamos en un punto neurálgico de nuestra investigación. Uno de esos puntos donde da toda la impresión de que la teoría y la praxis de la Obra desmienten rotundamente la «leyenda negra», que describe a la Obra como un ejército compacto que mueve a sus falanges de templarios -obedientes perinde ad cadavera- en defensa de intereses políticos («reaccionarios», naturalmente) y de tenebrosas «tramas financieras», que persiguen volver a meter a la humanidad bajo una capa religiosa, a mitad de camino entre la hipocresía y el fanatismo.


Lo sé, lo sé: no se me escapa que puedo aparecer como un ingenuo que ha sido engañado, o como un superficial que no ha sido capaz de ir más allá de las apariencias; o, peor aún, que me influye un prejuicio positivo, quizá debido a un empeño apologético.


Lo siento de veras, pero ¿qué puedo hacer? Lo que se desprende de las intenciones repetidas infinitas veces por el Fundador y por sus sucesores, de las disposiciones de sus estatutos y demás normas, y de la misma lógica interna que preside la institución, difiere sorprendentemente del mito consolidado.


Cierto que la Obra está muy unida; más aún, es compacta y homogénea. Pero sólo en lo que se refiere a sus fines religiosos y espirituales: la santificación del, en y a través del trabajo, y el apostolado en el propio ambiente, que son los únicos fines que se propone. En cambio, es intencionadamente pluralista al máximo, en todo lo demás. «Amando y respetando», dicen, «la variedad de todo lo humano, empezando por la Iglesia».


Creo que en esto pensaba Escrivá cuando definió a la Obra como «una organización desorganizada»: bien estructurada para sus objetivos religiosos; y carente de organización «para lo que no le corresponde». De ese modo, sus miembros «forman un mosaico variado y multicolor de todo tipo de actividades, infinitas como las posibilidades de la vida, de los caracteres, de los trabajos, de las trayectorias personales, de las culturas».


HOY

−San Nicolás de Bari fuel el primer santo nombrado intercesor del Opus Dei, por san Josemaría Escrivá de Balaguer, el 6 de diciembre de 1934, en un momento de particulares problemas económicos para desarrollar las tareas apostólicas de la Obra. A su intercesión se encomienda específicamente la solución de esas necesidades.

−Su nombramiento en la fecha indicada no constituyó, en absoluto, el primer recurso a san Nicolás. Desde tiempo atrás había san Josemaría

invocado al santo obispo, en la madrileña parroquia de El Salvador y San Nicolás, situada en la glorieta de Antón Martín, muy cerca del Real

Patronato de Santa Isabel.

−La devoción a san Nicolás siguió manifestándose en la vida de Josemaría Escrivá, que acudió frecuentemente a su protección, e incluso peregrinó a la basílica donde reposan los restos mortales del santo, en la ciudad italiana de

Bari. Aconsejó, asimismo, que también acudieran allí los miembros del Opus Dei residentes en esa localidad.


La Obra encomienda las soluciones de caracter economico a este Santo patrón del Opus Dei.





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