NOVENA · Séptimo día
Meditación
«Nadie recuerda un gesto poco amable de su parte, el menor movimiento de impaciencia ante las contrariedades, una palabra de crítica o de protesta por alguna dificultad» (DV) .
«Don Álvaro representa para mí una ayuda preciosa: me resuelve todas las dificultades y, si en alguna ocasión no acierto a explicarle todo aquello que me sucede, él lo adivina y me comprende» (Vladimir Vince, 1946, JM, p. 281).
«Era verdaderamente un padre, como le llaman en el Opus Dei. Te entraban ganas de confesarte, más que de hacerle preguntas» (escritor Vittorio Messori, JM, p. 685).
«Tened paciencia [con los demás], como el Señor la tiene con cada uno de nosotros. Acogedles siempre con afecto: que puedan acudir a vosotros para recuperar el entusiasmo, después de una derrota, porque se sienten comprendidos, estimulados, ¡queridos! ...» (Beato Álvaro, CP, 2-X-1986).
Petición
Dame, Señor, la afabilidad, la comprensión y la paciencia que el Beato Álvaro practicaba habitualmente, y que tanto atraía a todos los que le conocían, llenándoles el corazón de paz.
Concédeme la gracia de mantenerme sereno y de vencer el enfado, si alguien me da un disgusto, me contradice o me perjudica; y la gracia de ser paciente cuando asuntos en los que me he empeñado mucho tardan en salir o no discurren como yo quería.
Deseo evitar, con tu ayuda, las palabras bruscas, las reacciones impacientes y las protestas. Ayúdame a no hablar de nadie con dureza y a no quejarme ásperamente de nada.
Haz que sepa cultivar, como el Beato Álvaro, el arte de "saber esperar", que él aprendió tan bien de San Josemaría. Que, antes de hablar, corregir o hacer advertencias a los demás, deje pasar un tiempo razonable y sólo lo haga después de haber rezado y reflexionado con calma.
Rezar la oración al Beato Álvaro
Dios Padre misericordioso, que concediste al beato Álvaro, obispo, la gracia de ser, con la ayuda de Santa María, pastor ejemplar en el servicio a la Iglesia y fidelísimo hijo y sucesor de san Josemaría, fundador del Opus Dei: haz que yo sepa también responder con fidelidad a las exigencias de la vocación cristiana, convirtiendo todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte y de servir al Reino de Jesucristo. Dígnate otorgar la canonización del beato Álvaro, y concédeme por su intercesión el favor que te pido... (pídase). Así sea.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.