"Hago todos los días mi "ratito" de oración: ¡si no fuera por eso!" (Camino, 106)

22 de junio de 2017

TIEMPO ORDINARIO 11a SEMANA JUEVES / St° TOMAS MORO y San Juan FISHER *

Mateo 6,7-15.

Jesús dijo a sus discípulos: 
"Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. 
No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. 
Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, 
que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. 
Danos hoy nuestro pan de cada día. 
Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido. 
No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal. 
Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. 
Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes."


* Juan Fisher fue ordenado sacerdote en 1491. Ejerció diversos cargos en la Universidad de Cambridge, a la vez que asumía la dirección espiritual de la reina Margarita, madre de Enrique VII, pasando a ocupar más tarde la Cátedra de Teología que la reina fundara allí. A principios de 1504 es nombrado rector de Cambridge y a finales de año sería consagrado Obispo de Rochester, la más pequeña y pobre diócesis de Inglaterra; dos días más tarde tomaba posesión de su puesto como miembro del Consejo del Rey.
Tomás Moro realizó estudios de Literatura y Filosofía en Oxford y de Derecho en New Inn. En 1504 fue elegido miembro del Parlamento y ocupó distintos cargos públicos, logrando un gran prestigio por sus conocimientos de leyes y por su honradez. Aunque su vida profesional fue intensa, siempre encontró tiempo para dedicar a la familia, su gran ocupación, y para los estudios literarios o históricos: publicó varios libros y ensayos. En 1529 fue nombrado Canciller de Inglaterra, a pesar de que ya había contestado claramente al rey que no podía estar de acuerdo con la disolución del matrimonio real. Plenamente interesado por los problemas de su tiempo, se entregó a su trabajo con afán de llenar de contenido cristiano las leyes e instituciones de su época.
Ambos murieron decapitados en 1535 por negarse a reconocer la supremacía de Enrique VIII sobre la Iglesia de Inglaterra y la anulación del matrimonio del rey.